320 kms para una estupenda jornada
Es sábado, 27 de julio. El día se levanta soleado pero a medida que va avanzando las nubes, algunas de ellas negras, se van apoderando del cielo. Comienza a levantarse viento. La duda me asalta ya que el destino de esta salida se ve muy nublado y la altura del puerto hace presagiar mal tiempo. A pesar de ello decido salir. Una hora y diez me lleva alcanzar mi destino: Estación de esquí de la Pinilla (Segovia) frecuentada en verano por aficionados al descenso en bici. Armados hasta los "dientes" los riders de las bicis parecen sacados del mejor de los espectáculos de MX.
En este punto comienza la ascensión
propiamente dicha al Puerto de la Quesara (1757 mts). La carretera es mala,
rota por los costados, con algo de grava en las curvas aunque poco bacheada.
Durante la ascensión dejamos a la derecha el pequeño embalse de Riofrío donde
se está celebrando una pequeña (…) prueba de triatlón. La carretera se empina
de manera constante, no tiene rampas muy pronunciadas ni curvas de 180º pero
sube y sube y sube……. Pasamos por el Hayedo de Pedrosa, hayedo que guarda hayas de mediana edad y que junto con
los hayedos de Tejera Negra y Montejo forma el área de hayas más meridional de
Europa.
La ascensión por este lado hasta coronar el
puerto es de 13 kms con unas preciosas vistas sobre el valle de Riaza.
Una vez llegado a lo más alto podemos
disfrutar de las vistas que se nos ofrecen tanto a un lado como al otro. Desde
aquí parten rutas, tanto para ciclistas como para senderistas. La más
atractiva y señalada aquí es la que te
lleva hasta el Pico del Lobo (2273 mts). Este pico da a dos vertientes: hacia
Guadalajara, encontrándose la zona en estado virgen; y en la cara norte
segoviana, a su falda, se encuentra la estación de esquí, ya comentada, de la
Pinilla. Desde la plataforma de la estación se puede ver, con buen tiempo el
pico hasta donde hace tiempo llegaba también un telecabina. Creo recordar haber
oído que las condiciones climatológicas en invierno, habitualmente, eran tan
malas que se decidió cerrar el telecabina por seguridad. Quizá algún día me
decida hacer la ruta andando hasta allí ¿?
Comienza el descenso. La carretera, en cuanto
a asfalto, mejora bastante en ancho y en calidad. No es para tirar cohetes pero
el cambio es sustancial. De vez en cuando se pueden ver las heridas que el
crudo invierno le hace a la carretera. En algunas partes ésta comienza a levantarse y hay
piedrecillas sueltas. Hay que decir que esta carretera antaño fue pista
forestal. Después se pavimentó quedando en bastante mal estado pasados unos
años debido a la falta de mantenimiento y ahora se ha arreglado bastante mejor
aunque como he dicho en algunos sitios ya muestra el paso del invierno y de los
vehículos.
Durante los 29 kms que dura el descenso nos
acompañan en todo momento señales anunciando la posibilidad de encontrar
animales sueltos tanto ganado como cérvido o jabalíes. Creo recordar que esta
zona está enclavada dentro de lo que se denominaba o se denomina Reserva de
Caza de Sonsaz.
Hay muchos tramos donde la carretera se
estrecha, no porque sea más estrecha en sí mismo si no porque la vegetación
amenaza muy seriamente con ir devorándola poco a poco.
A pesar de haber sido restaurada casi en su
totalidad, a lo largo de la ruta podemos ver tramos de la carretera que están
hechos de cemento. Normalmente son zonas de pendiente muy pronunciada. Una de
estas zonas me recuerda el paraje de Las Corbatas en la subida al parque de
Ordesa al que, afortunadamente, se prohibió la subida tanto en coche como en
moto.
Continuamos camino disfrutando de la ruta y
su entorno hasta que llegamos a Majaelrayo. De los llamados pueblos negros por
su arquitectura y casi a los pies del Pico Ocejón, Majaelrayo es un pueblo
tranquilo, bonito (a mí me lo parece) y con muchas posibilidades de turismo
rural. Desde Majaelrayo, y por pista forestal en buen estado, se puede ir hasta
el municipio de Cantalojas pasando por la entrada al Hayedo de Tejera Negra
(Hay que pedir cita previa para su visita aunque, a diferencia del Hayedo de
Montejo, las visitas son libres.
Poco queda ya de la ruta a pesar de los casi
150 kms que me separan de mi casa. Una pequeña parada en la ermita de la Virgen
de los Enebrales en Tamajón. Construida en el siglo XVI, de estilo románico fue
restaurada en el siglo XVIII siguiendo el claro estilo renacentista. Cabe
destacar la imagen de la Virgen del que la ermita toma su nombre,
conocida como La Serrana. La poca luminosidad y el precario flash de mi
cámara me impiden tener mejor vista del interior. Muy cerca de la ermita se
encuentra “La ciudad Encantada” de Tamajón. Pequeña réplica natural de La
Ciudad Encantada de Cuenca a la que no dediqué tiempo por falta de eso, tiempo.
De aquí a casa una hora y media y fin del paseo. Espero que os haya gustado
Saludos y abrazos
Vssss´s
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